Un ser humano físicamente puede ser hombre o mujer, pero en toda criatura existe un lado femenino, pasivo, simbolizado por la oscuridad, así como un lado masculino, activo, simbolizado por la luz. Y la luz debe penetrar en la oscuridad para iluminarla y extraer todas las riquezas. En nosotros, por ejemplo, es el intelecto el que representa la luz, y el corazón el que representa la oscuridad. El intelecto penetra el corazón (el nuestro y el de los otros) con el fin de iluminarlo y realizar un trabajo con él. Para tomar una imagen como ejemplo, puede decirse que igual que un pistón, el intelecto debe alternativamente entrar en el corazón y salir de él. El que no utiliza así su intelecto, es incapaz de comprender nada y es sobretodo incapaz de conocerse. Penetrando con su luz el abismo profundo del corazón, es cómo la sabiduría descubre los tesoros, los filones escondidos de piedras, de metales y de líquidos preciosos. En este pozo oscuro del corazón, el intelecto desciende y sube con la finalidad de sacar el agua preciosa."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
|