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El Padre en el cielo ama a sus hijos, por eso debéis vosotros aprender a amaros los unos a los otros; el Padre en el cielo os perdona vuestros pecados, por lo tanto, debéis aprender a perdonaros los unos a los otros.
Libro de Urantia. Pág.1762
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Si tuviésemos más en cuenta la cita de hoy, no seríamos tan propensos a juzgar, a ofendernos, ni a guardar rencor, porque estas emociones negatvas no sólo perjudican nuestra salud física, con la irritación de nuestro colón, sino que también atrasan nuestra evolución espiritual a tal punto que si no sabemos perdonar nos arriesgamos a perder el perdón de Dios para nuestros errores y pecados."El perdón de Dios se hace realmente disponible y el hombre lo experimenta personalmente, sólo en la medida en que él mismo perdona a sus semejante.1862
Lo que pasa es que en la actualidad seguimos siendo iguales a los fariseos de los tiempos del Maestro y merecemos los mismos reproches de ellos cuando les dijo:«muchos de vosotros los fariseos estáis aquí conmigo como mis amigos, algunos, aun como mis discípulos, pero la mayoría de los fariseos persisten en negarse a ver la luz y reconocer la verdad, aun cuando la obra del evangelio se les presenta con gran poder. ¡Cuán cuidadosamente limpiáis lo de afuera de los vasos y de los platos mientras que las vasijas del alimento espiritual están sucias e impuras! Os aseguráis de presentar una apariencia piadosa y santa ante el pueblo, pero vuestra alma interior está llena de mojigatería, codicia, extorsión, y todo tipo de maldad espiritual. Aun vuestros líderes se atreven a confabular y planear el asesinato del Hijo del Hombre. ¿Acaso no comprendéis, hombres necios, que el Dios del cielo ve tanto los motivos íntimos del alma así como vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción? No creáis que dar limosnas y pagar diezmos os limpia de injusticias y os permite aparecer puros en la presencia del Juez de todos los hombres.1826
Ante los hombres podemos aparecer como blancas palomas, pero a Dios no lo podemos engañar... el sabe si en nuestro corazón hay rencor, envidia, falta de empatía, críticas ácidas hacia nuestros hermanos, si las hay, de nada nos sirve engolosinarnos hablando de la creación de los Universos y sus múltiples Personalidades con gran erudición, o predicar la enseñanza con la mayor de las elocuencias, porque si nuestro corazón no está limpio de rencores, descalificaciones,y amor hacia nuestros hermanos, ella no tendrá consistencia, serán palabras que se lleva el viento y Jesús nos dirá lo que le dijo al orador del foro;" Tu elocuencia es agradable, tu lógica es admirable, el sonido de tu voz es grato, pero tus enseñanzas no reflejan la verdad. Si pudieras disfrutar la satisfacción inspiradora de conocer que Dios es tu Padre espiritual, tal vez podrías emplear tu capacidad de orador para liberar a tus semejantes del yugo de las tinieblas y de la esclavitud de la ignorancia. 1461
Nuestro esfuerzo debe centrarse en la sinceridad entre lo que dicen nuestros labios y lo que hacemos en nuestra vida cotidiana, porque "los individuos espiritualmente ciegos que siguen lógicamente los dictados de la ciencia, las costumbres sociales y el dogma religioso están en grave peligro de sacrificar su libertad moral y de perder su libertad espiritual. Tal alma está destinada a convertirse en un papagayo intelectual, un autómata social y un esclavo de la autoridad religiosa 1458 y de su ego que se vanagloria de lo que cree saber.
No olvidemos nunca que" el reino del cielo debe comenzar con el concepto dual de la verdad de la paternidad de Dios y el hecho correlacionado de la hermandad de los hombres, y debe centrarse en esto. La aceptación de esta enseñanza, aclaró Jesús, liberaría al hombre de su larga esclavitud de miedo animal y al mismo tiempo enriquecería el vivir humano 1859 porque sin hermandad verdadera no puede haber sustentabilidad alguna para nuestro planeta.
yolanda silva solano