"Te encuentras cada día con un cierto número de personas que te
saludan y que te devuelven tú saludo. Si debemos saludarnos,
es para darnos mutuamente alguna cosa buena. Aquel que da un
saludo o estrecha la mano mecánicamente, negligentemente,
permaneciendo distante, cerrado, hace un gesto inútil o incluso
nocivo.
Entonces, a partir de ahora, intenta ser más consciente,
más
vigilantes, sabiendo que un saludo puede ser un gesto
formidablemente significativo y operante, a través del cual
animas, consuelas, vivificas las criaturas dándoles mucho
amor. Es necesario que un saludo sea firme, armonioso, vivo, con
el fin de convertirse en una verdadera comunión. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov