Compartir principios espirituales ciertamente puede colocarnos en posición para el posible rechazo.
Pero no debemos permitir que eso nos detenga. Las personas esperan por nosotros. Existe mucho
sufrimiento allá afuera.
Salgamos de nosotros mismos para compartir sabiduría simple con otros. Nuestras vidas dependen
de ello porque en la medida que damos, recibimos los dones de Dios.