"Nuestras debilidades como nuestras virtudes, son entidades vivas que han elegido su domicilio dentro de nosotros. En la medida que hacemos esfuerzos para mejorar, las entidades tenebrosas están obligadas a dejarnos porque nuestra atmósfera interior les resulta irrespirable. No soportan esta pureza, esta luz que nos esforzamos por introducir en nosotros, y huyen. Pero una vez fuera, buscan nuevos domicilios introduciéndose en otras personas, y es a través de estas personas que tratan de perjudicarnos. Dirás: «Entonces, ¿de qué sirve echar estas entidades si deben continuar persiguiéndonos? En realidad, los prejuicios causados son menos grandes que cuando ocupaban nuestra morada; y puesto que hemos ganado a estos enemigos en nuestro interior, estamos más fuertes para vencerlos en el exterior. ¿Llegaremos a desprendernos definitivamente de ellos? No, en tanto que permanezcamos en la tierra, encontramos dificultades y adversarios."
Omraam Mikhaël Aïvanhov |