Piensa en tu vida como un círculo. Estás parado justo en el medio. Todo lo que se encuentra más allá de
los bordes es tu zona de incomodidad, aquellas cosas como hablar en público, pedir un aumento, comenzar
algo nuevo, cambiar, incluso el miedo a las arañas y a las serpientes. Todo está en esa zona.
La calidad y cantidad de tu realización están determinadas por cuán a menudo expandes tu círculo al tomar riesgos.