De los 7 millones de humanos que poblamos Urantia, hay cerca de 2.500 millones de creyentes agrupados en tres religiones monoteístas, judaísmo, cristianismo e islamismo. Es decir casi la mitad del género humano, confiesa creer en Dios, sin contar con tantas otras tendencias que no son una religión como el budismo, el confusionismo, el Tao que profesan el respeto y el amor a los semejantes, entonces ¿por qué Urantia está como la vemos, convulsionada por las desigualdades que son quienes engendran la violencia y las guerras? La respuesta evidente nos la entrega la cita de hoy, pues todos esos millones que nos calificamos como creyetes, tenemos una fe basada en ritos añejos alojados en conciencias dormidas. Nuestros ojos están ciegos por el consumismo y el individualismo y son incapaces de ver las injusticias y sufrimientos de los que deberían ser considerados nuestros hermanos. Nuestra fe está hecha de creencias, pero "la aceptación de una enseñanza como verdadera no es fe; es solamente creencia; tampoco lo es la certidumbre ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles de fe tan sólo cuando domina efectivamente la manera de vivir.Las creencias pueden volverse posesioes del grupo, pero la fe ha de ser personal. Se pueden sugerir diversas creencias a un grupo, pero la fe unicamente puede surgir en el corazón de cada individuo.1114
La fe no esclaviza, ni tampoco precisa depender de los juicios, profecías o canalizaciones de terceros, porque a ella le basta saber que "El Padre ciertamente mora en el Paraíso, pero que su divina presencia también mora en la mente de los hombres.139 Jesús lo repetía constantemente donde quiera que estuviese, incluso en la sinagoga dijo: "Bien sabéis que aunque un padre de corazón tierno ama a su familia en su totalidad, los considera así en grupo, debido a su poderoso afecto por cada uno de los individuos que forman esa familia. Ya no tienes que acercarte al Padre en el cielo como hijo de Israel, sino como hijo de Dios. Como grupo, sois efectivamente los hijos de Israel, pero como individuos, cada uno de vosotros es hijo de Dios. Yo he venido, no para revelar el Padre a los hijos de Israel, sino más bien para traer este conocimiento de Dios y la revelación de su amor y misericordia al creyente individual, como una genuina experiencia personal. Todos los profetas os han enseñado que Yahvé ama a su pueblo, que Dios ama a Israel. Pero yo he venido entre vosotros para proclamar una verdad aun más grande, una verdad que muchos de los últimos profetas también alcanzaron a comprender, o sea, que Dios os ama —a cada uno de vosotros— como individuos. Durante todas estas generaciones habéis vosotros tenido una religión nacional o racial; yo he venido ahora para daros una religión personal. 1629
Y es esta religión personalizada, la única capaz de reciclar lo malo y transformarlo en energía positiva, capaz de cambiar el mundo, no por decretos, sino por la fuerza del amor hacia Dios y como consecuencia también a nuestros hermanos, porque no es posible regocijarse en la paternidad de Dios, si se ignora la fraternidad de los hombres.1454 porque esta es la única manera que nuestra fe sea algo vivo y no una rama seca que merezca ser cortada.
La fe es como el amor y la esperanza, sentimientos profundos que sólo sabemos que lo tenemos, cuando lo sentimos dentro de nosotros, aun cuando muchas veces no sepamos definirlos con palabras, lo cual no tiene ninguna importancia porque "cuando la fe es viviente, nos volvemos divinamente conscientes de Dios y entonces nacemos del espíritu y podemos dar sus frutos.1115
Si la mayoría de los que nos llamamos cristianos y con mayor razón los urantianos, deberíamos convencernos de esta gran verdad y dejar de andar buscando nuevas revelaciones, vengan de donde vengan, porque Jesús ayer, hoy y siempre será El Camino que nos llevará al Padre, siempre y cuando nosotros estemos atentos a las insinuaciones del Espíritu de la Verdad, porque "puesto que Jesús como persona se ha ido del mundo, envía en su lugar a su Espíritu de la Verdad, destinado a vivir en el hombre y, para cada nueva generación, formular de nuevo su mensaje, para que cada nuevo grupo de mortales que aparezca sobre la superficie de la tierra tenga una versión nueva y actualizada del evangelio, un esclarecimiento personal y una guía colectiva que sea una solución eficaz a las siempre cambiantes y variadas dificultades espirituales del hombre.2060
yolanda silva solano