Tendamos la mano...
El alcohol, la droga y tantas otras cosas son
moneda corriente en el mundo
en que vivimos, pero más allá de la enfermedad
tendríamos que detenernos en
los motivos que llevan a esas personas a
beber, o a drogarse...Tal vez en lo
más íntimo encontramos el secreto.
La soledad, el no sentirse importantes, útiles,
necesarios...íntimamente genera un
profundo dolor. Algunos logran convivir
con ese dolor y otros prefieren escapar, no pensar.
Debemos mirar más allá de nosotros...
Debemos tratar de ayudar. Tender la
mano de una manera generosa.
Desde nuestros lugares podemos ayudar
y rescatar a tantos que están paralizados
en medio del camino.
No nos detengamos tanto en nosotros...
Tratemos de mirar más allá... Sacrificarnos
por los demás nos hace sentir completos y nos
motiva a seguir alentando a otros a vivir.
Ayudemos a los demás, sembremos esperanza
en aquellos corazones cuyos
latidos parecen apagarse día a día ante la
desvalorización y ante la falta de oportunidades...
Debemos comprender que el dolor de un ser
humano es nuestro dolor como así
también su risa es nuestra risa.
El tema que nos narra, Graciela , es muy relevante en nuestros
días, yo no hay día que no reciba un correo de alguien que esta
sufriendo de esa enfermedad de nuestros días, la soledad, puedes escribirle a esa
persona, pero no mucho más.
En ocasiones en la ciudad vemos gente pidiendo, quizás le damos
unas monedas, pero casi nunca damos algo de nuestro tiempo para hablar
con ellas, se que no en sencillo, yo lo he hecho y la persona solo
quería que la dejase en paz, pero en otras ocasiones ,si se abren y te cuentan.
Solo es cuestión de escucharles, ya que su problema difícilmente lo vamos a
resolver, pero ese momento mágico que se produce cuando alguien te
cuenta sus momentos de soledad, puede ser efímero, pero en verdad
no sabemos que de que forma puede repercutirle, la Compasión (bien entendida)
puede llegar a producir milagros.
Copiando a mi admirado Yeuda .Hoy y en los próximos días
no solo demos unos monedas ,acerquemosnos a esa persona e intentemos
dialogar con ella ¡Seguramente que nos vamos a sorprender!
J.M.