Maravilloso Padre
Padre nuestro que estás en el cielo,
en la tierra y en todo el universo.
Santificado sea tu nombre,
aún cuando el dolor y la desilusión
hieran nuestro corazón.
Bendito seas.
El pan nuestro de cada dia,
dánoslo hoy para renovar nuestras fuerzas
físicas, y también para nuestro espíritu.
Perdona nuestras ofensas,
pero enséñanos antes a merecer
Tu perdón, perdonando a aquellos
que causan nuestros dolores,
oprimen nuestros corazones
y destruyen nuestras ilusiones.
Que podamos perdonarlos
no con los labios, sino con el corazón.
Aparta de nuestro camino
todo sentimiento contrario a la caridad.
Que este Padre Nuestro sea dadivoso
con todos aquellos que sufren.
Que una parte de este Padre Nuestro
vaya hasta las cárceles donde algunos
sufren merecidamente,
pero otros por error judicial.
Que vaya hasta los sanatorios
iluminando las mentes perturbadas
que allí se encuentran.
Que vaya hasta los hospitales,
donde muchos lloran y sufren,
sin el consuelo de una palabra amiga.
Que vaya a todos aquellos que,
en este momento, pasan las puertas
de la vida terrenal a la vida espiritual,
para que los guíes y le des Tu Perdón.
Que este Padre Nuestro vaya
hasta los orfanatos, donde pobres e infelices
criaturas fueron abandonadas,
dándoles apoyo y fe.
Que vaya hasta el seno de la Tierra,
donde el minero está expuesto al fuego,
y que al final del día, regrese sano
donde su familia.
Que este Padre Nuestro vaya
hasta los dirigentes de las naciones,
para que eviten la guerra y cultiven la paz.
Ten piedad de los huérfanos y las viudas.
De aquellos que no tienen
un pedazo de pan.
Ten compasión de los que andan
por los aires.
De los que luchan contra los vendavales
en un mar bravío.
Ten piedad de la mujer
que da a luz una nueva vida.
Que la paz y la armonía esté siempre
entre nosotros. Amén.
"Que todos los seres de este mundo sean Felices "