Desde el punto de vista orgánico, "el hombre es una máquina, es un mecanismo vivo porque sus raíces están verdaderamente en el mundo físico de la energía. Muchas de las reacciones humanas son de naturaleza mecánica, mucho de su vida es semejante a una máquina.1300 y no le es posible liberarse de esta mecanicidad, sin no está consciente de ello y la acepta como un hecho. En general, el hombre no tiene movimientos independientes, ni exterior ni emocionalmente. Es una máquina puesta en movimiento por influencias y choques exteriores. En forma habitual reacciona más por sus impulsos que por sus razonamientos.
Mientras no reconozcamos nuestra condición de máquina, no podremos dejar de serlo, es preciso que comprendamos que "el hombre es mucho más que una máquina, porque está dotado de mente y espíritu, y aún cuando a través de toda su vida material, no pueda escapar a la mecánica química y eléctrica de su existencia, puede aprender cada vez más, como subordinar su máquina de vida física, mediante el proceso de su mente humana, a la ejecución de los impulsos espirituales de su Espíritu residente.1301
Así como nuestro PC o nuestro teléfono móvil, para poder cumplir sus muchas y magníficas funciones, necesita de un operador que le diga que hacer, el hombre para dejar de ser máquina, movida por los hilos de las circunstancias, necesita que su conciencia despierte y se una a su espíritu, para ser capaz de dar a su mente, órdenes sabias y coherentes, pues “el espíritu libera, mientras que el mecanismo limita la función de la voluntad. La elección imperfecta no controlada por el mecanismo, ni identificada por el espíritu es peligrosa e inestable.1301 de allí sus muchos errores inconscientes.
Antes, comparar al hombre con una máquina era poco menos que una deshonra, sin embargo con la tecnología moderna creo que es mucho lo que deberíamos aprender de ellas, por todo lo que pueden hacer en forma impecable, pues así han sido programadas. Nosotros también hemos sido creados para ser perfectos, pero la diferencia con la máquina es que no estamos programados, es nuestro albedrío quien debe decidir el camino de la sobrevivencia eterna, pues ni siquiera Dios puede imponer la salvación a quién no lo desee,1638 porque "el Espíritu divino que en nosotros reside es verdaderamente el camino al Paraíso, pero es el hombre, quien debe tomar ese camino por su propia decisión, por su elección de libre albedrío y es este mismo poder de elección, la insignia universal, lo que constituye para el hombre, su mayor oportunidad y su suprema responsabilidad cósmica. 1233
El ser humano está dotado de cuerpo, mente y espíritu, para que cumpla el plan para el que fue creado, que es ser perfecto como el Padre, pero para llegar algún día a serlo, es preciso que este trío marche unido y en armonía porque “ El espíritu es el arquitecto, la mente es constructor y el cuerpo el edificio material. 484 y se necesitan mutuamente para evolucionar espiritualmente pues “ la verdadera religión, de hecho, no funciona separada del individuo. 1218 y “aun los problemas físicos de la salud del cuerpo y de su eficiencia, se solucionan de mejor manera cuando se los considera, desde el punto de vista religioso de las enseñanzas de nuestro Maestro, porque el cuerpo y la mente del hombre son la morada de el espíritu de Dios que llega a ser el espíritu del hombre. De esta forma, la mente del hombre, se vuelve mediadora entre las cosas materiales y las realidades espirituales, 1779 porque el hombre es un todo orgánico y todo lo que Dios le ha dado, debe ser usado en forma armónica y consciente.
“La evolución material te ha provisto de una máquina vital que es el cuerpo y el Padre mismo, te ha dotado de la realidad espiritual más pura conocida en el universo, y es que una parte de Dios habite en nosotros. Pero sujeta a tu libre albedrío, se te ha dado la mente y con la mente tomas esas decisiones morales que te permiten alcanzar la semejanza con Dios 1216 y buscar tu perfeccionamiento interior, no porque alguien te lo mande, sino porque el discernimiento de tu espíritu así te lo insinúa. Recordemos que “ el Ajustador no intenta controlar nuestro pensamiento como tal, sino más bien espiritualizarlo para eternizarlo. Ni los ángeles, ni los Ajustadores se dedican directamente a influir sobre los pensamientos humanos, esa es prerrogativa exclusiva del hombre.1205 porque "es él quien debe elegir si estará o no presente en el momento del logro de tal destino. El ciclo está predestinado, pero la participación del hombre en él, es facultativo, personal y experiencial.1232
Dejemos de ser máquinas programadas por las circunstancias y el medio ambiente y aprendamos a ser conscientes de lo que hacemos y queremos en forma volitiva.
yolanda silva solano