En su mayor parte, el hombre de hoy actúa sin sentimiento. Como se le ha concedido
dominio sobre los otros tres Reinos de esta Tierra puede utilizarlos, y también abusar de
ellos. Cree que puede utilizar a su antojo al Reino Animal como alimento y como sujeto de
experimentos científicos y que tiene pleno derecho a limitar su verdadero propósito y a negar
su derecho a la libre expresión sobre esta Tierra. El hombre utiliza también como alimento
al Reino Vegetal, pero lo hace de acuerdo con sus propias ideas y produce lo qué quiere.
En consecuencia, ha puesto en movimiento una cadena de acontecimientos que exige que
el Suelo sea fertilizado artificialmente, que el crecimiento natural de los cultivos sea alterado
y que deba cambiarse la naturaleza de los alimentos suministrados al hombre por su
Creador. El hombre utiliza los recursos del Reino Mineral para producir lo que
considera necesario para su civilización, con independencia de su coste. El resultado
de esta conducta irreflexiva es la polución del aire, la tierra y el mar.
Las pocas almas que se oponen a este abuso de la Naturaleza son tratadas con escarnio,
pues el hombre cree realmente que es capaz de controlar lo que ha creado. Pero el
hombre ha puesto en marcha una cadena de acontecimientos que verá que no puede
controlar, por lo que he de advertiros que le esperan algunas sorpresas desagradables
en los próximos años. Su abuso de los otros tres Reinos de la Materia ha perturbado
el equilibrio y la armonía de la vida sobre esta Tierra, y tendrá que cosechar el efecto
de lo que ha sembrado. Incluso ahora es ya demasiado tarde para cambiar el curso de los
acontecimientos que el hombre ha puesto en movimiento. El hombre no abusaría de la
Naturaleza si la sintiera verdaderamente. Si estuviera sintonizado con los animales, la
vegetación, las aguas y las piedras de esta Tierra, los respetaría por ser partes
esenciales en la estructura de la creación.
El hombre de hoy puede repasar la historia de la, Tierra, tal como la conoce, y reconocer que está
evolucionando, que durante muchos siglos la civilización ha progresado gradualmente y
que, aunque carezca de, espiritualidad, material y tecnológicamente ha avanzado mucho. Sin
embargo, aquellos de entre vosotros que sean conscientes podrán darse cuenta de que esta
Tierra, y la vida que hay en ella, es una parte de un plan en un vasto ciclo de acontecimientos.
Podéis ver que la vida existe a muchos niveles, tanto arriba como por debajo del hombre, y
apreciar que éste es sólo una parte muy pequeña de la
estructura de la vida dentro de este Universo.
La Tierra, forma parte de un Cuerpo Solar. Pero actualmente la Tierra tiene
una gran desarmonía. Si pudierais alejaros de ella y contemplar sus emanaciones, sus
vibraciones, sus pulsaciones de poder, veríais que está enferma. Además, con
independencia de la ayuda que le den los grandes poderes, que existen dentro de este
Cuerpo Solar, si el hombre no cambia y altera su conducta y expresión ante sus
semejantes, si no vive en armonía y ejemplifica la lección y el propósito de este planeta,
el servicio sacrificial, no se restaurará la perfecta salud de este planeta. Actualmente
de la Tierra no emana el poder que debiera: el Amor Universal. Recordad que las
emanaciones de todos los planetas se entremezclan en un complejo esquema
mientras dan y reciben sus respectivos poderes, y cumplen, así
el propósito con que han sido creados.
Los que seáis conscientes quizá empecéis a sentir que algunos acontecimientos que están
teniendo lugar se diferencian de otros que sucedieron antes. Estaréis, empezando a sentir
que el paso de la vida se está aligerando y que el tiempo no tiene la misma existencia que
antes. Vuestros, relojes siguen marcándolas 24 horas de cada día, pero, ¿no parece éste
transcurrir más rápidamente que antes? Los días y los meses, ¿no se mezclan tan
rápidamente que os resulta difícil creer que haya pasado un año? En toda la Tierra,
parece haber un incremento del número de desastres. Constantemente estáis leyendo
informes de sequías, inundaciones, terremotos, hambres y enfermedades. Por todas
partes parece aumentar el paso de la existencia del hombre, la violencia de la vida,
el conflicto entre los países, la competición, la división, el odio y la codicia. Para
todos aquellos que sentís, estos cambios son correctos, pues todo el ser de este
planeta, su tasa de vibración, está aumentando.