¿Qué sucede usualmente cuando nos sentimos ofendidos por alguien?
¿Cuál es nuestro proceso de pensamiento? Evitamos a esa persona. O
investigamos mentalmente todas las formas en que está equivocada y
nosotros tenemos la razón. O llevamos el caso a nuestros amigos y les
probamos lo correcta que es nuestra postura. O tenemos dudas y pensamos
que hay algo que anda mal en nosotros. O planeamos una
clásica venganza en su contra.
Cuando queremos alcanzar un nivel espiritual más elevado, cuando
trabajamos para conectarnos y permanecer conectados al 99% tanto como
sea posible, tenemos que hacernos preguntas más elevadas acerca de
este tipo de comportamiento. Nuestros viejos métodos para manejar
los problemas y las situaciones, aunque habitualmente sean fáciles y
aparentemente correctos desde nuestro punto de vista tradicional, no
benefician a nadie, especialmente a nosotros mismos.
Esta semana podemos encontrar respuestas para cualquier tipo de conflicto,
incluidos aquellos con los que quizá hemos batallado durante décadas.
Podemos encontrar esas respuestas mediante la empatía.
Cuando nos encontramos en conflicto, debemos dejar
que la empatía sea la que reaccione.
Preguntémonos qué sucede con la otra persona. Recuerda, todos somos
humanos y todos vivimos experiencias difíciles. Cuando hacemos el esfuerzo
de cambiar una situación de confrontación o evasión por una en la que
actuamos con intención genuina de ayudar, experimentamos un giro
total en las fuerzas que obran en esa situación.
A menudo las personas que aparentemente son más duras son las más
sensibles, pero nunca dejarán que veamos ese aspecto de su personalidad,
ni obtendremos la información que realmente necesitamos a menos
que realicemos una abertura en nuestros pensamientos.
Esta semana, piensa en alguien que consideres hostil hacia ti, un enemigo
por así decirlo, y haz lo siguiente: entra en su piel.
Si tu casera te llama para reclamar el alquiler del mes, imagina estar en
su posición tratando contigo. Al experimentar cómo se siente ella, saldrán
de tu boca las palabras adecuadas. Aplica el mismo método en todas
aquellas posibles interacciones que se produzcan durante esta semana.
Bórrate a ti mismo por un momento y pide a la Luz que te muestre lo
que la otra persona ve y lo que siente. Este ligero cambio en tu visión
y tus sensaciones tendrá un maravilloso impacto.
Confía en el proceso.