Practica encontrar el amor viviente dentro de ti, antes de mirar hacia afuera. Por favor, recuerda lo siguiente: la luz divina, el amor y la compasión están inmediatamente presentes.
Recibimos, porque pedimos en ese tono que es Cristo, el Bien Amado de Dios, a quien también se ha llamado “el nombre”. Gracias por preguntar. La misericordia de Dios siempre está presente.
No permitas que nada de lo que hagas –sin importar cuán equivocado, pequeño o vergonzoso parezca– se ponga en el camino de tu amor. Deja que tu amor abarque todas tus partes, porque ese amor y la dicha que viene con él, es quien verdaderamente eres.
Interrumpir lo que dices cuando reaccionas es una buena oportunidad de tener la propia disciplina, de elegir estar en claro, despejado y de soltar la reacción negativa.
Ríe y sonríe en medio de la contracción, pero sé más intrépido, no en términos de correr riesgos, sino sé más intrépido en términos de confiar en ti mismo, de confiar más en el Señor, de seguir la guía interna del viajero, no tus sentimientos emocionales en relación con las cosas.
John Morton y John-Roger