"Aquel que conoce el poder de Dios dentro de sí no tiene por qué temer nada de nadie. Cada uno puede experimentar, si desea la plenitud de la actividad de Dios, en su vida y su mundo. Es sencillamente el hecho de escoger lo que tú quieres tener. El Padre está siempre dispuesto a bendecirte con gracia inconcebible si es que tú se lo permites... Y cómo se lo permites? Aceptándo su poder y su amor sin dudas ni temor, para que actúe en tu vida aún en los más mínimos detalles de tu diario vivir...
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