"Intenta cada día tomar conciencia de que no eres una entidad distinta del Señor, y acabarás sintiendo que no existe realmente ninguna distancia entre Él y tú. Las consecuencias de esta toma de conciencia son de una extremada importancia. Lo sabes: cuando estás en contacto con un ser, recibes sus buenas y sus malas influencias. Por lo tanto, si entras en contacto con el Creador, poco a poco, como Él, te volveras luminoso, poderoso, lleno de amor. Hasta entonces, hagas lo que hagas, nunca obtendrás grandes resultados porque permanecerás siempre como un ser separado, y un ser separado de la omnipotencia divina sólo puede ser débil. Los Maestros hindús dan a sus discípulos esta fórmula para repetir: «Yo, soy Él», porque penetrando en esta verdad, el discípulo comprende que sólo «Él», es decir, Dios, existe. Entonces, su conciencia se expande, se funde en la inmensidad, se vuelve «Él» y, como «Él», puede realizar maravillas."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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