Muchas veces, al terminar el día nos sentimos inmensamente cansados, cansancio que va más allá de lo físico pues no se alivia con un buen descanso. Ese cansancio es lo que ahora se denomina el estrés y que en estos momentos, es una de las grandes causas de ausencia laboral y por lo mismo es tratado clínicamente por la ciencia. Lo habitual es que las causas se busquen en las condiciones laborales, que son cada día más competitivas y si bien " la competición es esencial para el progreso social, la competencia sin tasa ni medida, engendra la violencia 805 el exitismo produce agotamiento psicológico, porque se pretende lo que no siempre se es o se tiene.
Pero también hay otra causa mucho menos reconocida que debilita nuestra mente y produce un inmenso cansancio y es, el permitir que los rencores y los sufrimientos se aniden en nuestra alma, enfermando nuestro cuerpo de ansiedad y frustración. Es cierto que muchas veces la ofensa recibida nos puede haber causado mucho daño y dolor pero ¿qué sacamos con mantener vivo esos sentimientos .? Ellos no pueden aliviar nuestra pena, ni tampoco sirven para castigar al culpable, que muchas veces, ni siquiera se entera de lo que a nosotros nos ocurre, porque no siempre el que nos hiere tiene conciencia de haberlo hecho.
Estas líneas se me ocurrieron a raíz de ver un power muy lindo, en donde un profesor le dice a sus alumnos que por cada rencor que tengan, pongan en su mochila una papa y carguen con ella hasta que hayan logrado olvidar la ofensa....Es un ejemplo absolutamente válido, con el correr del tiempo nos dolerá la espalda por el peso de la mochila y las papas se irán pudriendo, despidiendo un olor putrefacto. Nosotros deberíamos ser como la flor de loto que nos muestra la imagen, que es capaz de entregarnos flores hermosas, aún cuando sus raices están en el lodo.
Eso es precisamente lo que logramos, cuando somos incapaces de perdonar, Jesús sabía el gran daño que produce el rencor por eso en tantas ocasiones nos repitió la necesidad de otorgar el perdón, para a la vez ser nosotros perdonados por el Padre. "Cuando perdonas a tu hermano en la carne, creas de esa manera en tu alma, la capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por tus errores. 1861.
"El perdón de Dios, se hace realmente disponible y el hombre lo experimenta personalmente, en la medida en que él mismo perdona a sus semejantes 1862 por tanto al perdonar no estamos haciendo un acto magnánimo de generosidad, sino más bien, nos estamos ayudando a nosotros mismos a tener una buena salud física y mental, estamos realmente alivianando nuestra mochila de los pensamientos y sentimientos negativos, que sólo nos sirven para destruir nuestra psiquis e impedirnos la fluida comunicación con la parte divina que mora dentro de nosotros, nuestro Espíritu residente.
Cuando nos cuesta demasiado perdonar, es muy probable que sea por causa de las heridas abiertas de nuestro orgullo, él es el peor de los consejeros porque ciega la razón, no debemos olvidar que " el orgullo oscurece a Dios. Si quieres obtener la ayuda del cielo, aparta tu orgullo, cualquier indicio de orgullo obstruye la luz salvadora, como si fuese una gran nube. 1451
La falta de perdón también denota inseguridad en nosotros mismos, porque si estuviésemos seguros de tener la razón, nada ni nadie nos podría herir, pues " la auténtica y genuina certidumbre interior, nada teme del análisis exterior, ni resiente la verdad de la crítica honesta. Ningún hombre se molesta por la actitud de su prójimo, si tiene absoluta confianza en la verdad de lo que cree con todo su corazón. 1641 además deberíamos recordar, que en la medida que alguien nos quiera lastimar, ese alguien se lastima así mismo, por tanto el problema debiera ser de él y no nuestro, si realmente nos sintiéramos seguros, dejaríamos que el tiempo se encargara de mostrar la verdad. Jesús nos enseñó " a no resistir el mal, sino a encontrar a través de él, la bondad que destruye el mal eficazmente." 2018
Todas las noches, junto con preparar la ropa para el día siguiente, deberíamos echarle una miradita a la mochila de nuestra mente y revisar si en ella tenemos rencores, enojos, o envidias, pues su peso y mala vibra nos impedirá avanzar. La vida espiritual, la evolución no está en los conocimientos adquiridos, ni en las meditaciones hechas por costumbre, sino que radica en la forma de nuestro actuar cotidiano porque " la religión es válida, sólo cuando revela la paternidad de Dios e intensifica la hermandad de los hombres." 1572 pues ella es una forma de vida y una técnica de pensamiento. 1013
yolanda silva solano