¿Podemos alguna vez entender al otro? No. Cada uno crece con condicionamientos muy individuales – de los padres, hermanos, profesores, la población, el tiempo, y mucho más. Esto causa una carga especial en nosotros . y esta carga es experimentada como nuestras gafas a través de las cuales experimentamos el mundo.
Digamos que estás utilizando unas gafas verdes. Todo lo que veas será a través de esas gafas verdes.
Digamos que tu pareja usa unas gafas rosadas. Todo lo que vea será visto a través de sus gafas rosadas.
Ahora digamos que les toca enfrentar una situación: "Esta mesa debe ser puesta ahí. Es muy obvio, ¡esa mesa debe ponerse ahí! ¿Qué no puedes darte cuenta de esto? ¡Está tan claro!" Tú estás viendo esto a través de tus gafas verdes. Tu pareja dice: "¡Oh no, debe ser puesta allá! ¿No lo puedes ver? ¡Está tan claro que la mesa debe ser puesta allá!" Para tu pareja, es muy claro que la mesa debe ser puesta más allá, porque está viendo todo a través de sus gafas rosadas. ¿Quién está en lo correcto – quién está equivocado?
¿Puedes realmente alguna vez "entender" al otro? No. Tú nunca podrás entender al otro.
¿Podrías alguna vez cambiar al otro? No. Tú nunca podrás cambiar a otra persona.
Lo que puedes hacer es experimentar cada momento – y en este mismo momento no hay correcto o incorrecto, no hay juicios. Tú sabes que estás experimentando el mundo a través de tus gafas verdes, y sabes que el otro experimenta el mundo a través de sus gafas. No hay correcto o incorrecto en esto. Así es como es. De esta aceptación emerge la aceptación de todo.
Si trabas de cambiar a los demás, ¿cuántas personas podrías cambiar? ¿750? ¿Mil? No serás capaz de hacer eso.
La aceptación de lo que es, es estar completamente en el momento. Con esta aceptación, tú te expandes más y más – tu corazón se expande más y más… y experimentas la Unidad.
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