El plan de Miguel era aparecer en la tierra como un hombre común, para que la gente común, pudiera comprenderlo y recibirlo
Libro de Urantia. Pág.1345.
Jesús quiso nacer como un ser humano para que nosotros pudiésemos tener dentro de nosotros una parte de la divinidad, pero para que esto fuese posible, había que cambiar el concepto que la humanidad tenía de Dios. Jesús vino a traernos un mensaje preciso y contundente que echó por tierra la visión de ese Dios iracundo, castigador y selectivo, por la imagen de un Padre amante que envía a su Hijo para enseñarnos como llegar a El en forma personal, porque "la verdadera religión es discernimiento interior de la realidad, es la fe de la conciencia moral y no un simple consentimiento intelectual en un cuerpo de doctrinas dogmáticas 1107
Jesús vino a traernos un mandamiento que no está escrito en la piedra dura, sino que está a disposición de todos los hombres para que sea el Amor quien lo grabe en sus corazones. "La doctrina de la paternidad de Dios, convirtió en obligatoria la práctica de la hermandad de los hombres. La adoración a Dios y el servicio del hombre se tornaron la suma y sustancia de su religión 1769 porque "aún cuando la religión sea exclusivamente una experiencia personal, el conocer a Dios como Padre, da como corolario el conocer al hombre como hermano. Comprende la adaptación del yo al de los otros y eso involucra el aspecto social y grupal, porque la religión es primero una comprensión interior y personal y luego se vuelve un asunto de servicio social y adaptación al grupo. 1090
Jesús se hizo hombre, para enseñarnos a buscar a Dios en nosotros y por nosotros mismos, porque es cierto que Dios mora en el Paraíso, pero también lo hace en nuestro propio ser, porque su amor "actúa directamente en el corazón de cada individuo, independientemente de las acciones o reacciones de todos los demás individuos. La relación es personal entre el hombre y Dios. 1305 pues "el amor del Padre está en nosotros ahora, ya a través del círculo sin fin de las edades eternas.40
Jesús se hizo hombre para abrirnos las puertas de la eternidad, pero para que ello sea posible, es preciso que nosotros seamos capaces de amar a todos los hombres como nuestros hermanos sin excepción alguna porque "Jesús eligió establecer el reino del cielo en el corazón de los hombres, con métodos naturales, comunes y esforzados, los mismos procedimientos que tendrían que seguir en el futuro sus hijos terrenales para ampliar y expandir el reino celestial. Jesús también pasó por la prueba del hombre civilizado: la de tener poder y negarse a utilizarlo con fines personales y egoístas.1521
De los 33 años que Jesús vivió en la tierra, 30 de ellos lo vivió como cualquiera ser humano, para demostrarnos que la perfección no está en las cosas espectaculares sino en la sencillez de la vida cotidiana pues "era el plan de Miguel aparecer en la tierra como un hombre común, para que la gente común, pudiera comprenderlo y recibirlo 1345. Este nuevo evangelio que Jesús nos predicó con su ejemplo "presentó el alcance espiritual como meta auténtica del vivir. La vida humana recibió una dotación de valor moral y dignidad divina. Jesús nos enseñó que las realidades eternas son el resultado y la recompensa del esfuerzo de una conducta recta en la tierra. 1860
El día hagamos carne de nuestra carne esta verdad, seremos capaces de cambiar el mundo, porque el poder de Dios estará en nosotros y su Luz no sólo alumbrará nuestro destino, sino que también será el faro que guíe a muchas otras almas hacia el puerto seguro de la religión del espíritu, porque en realidad, "cada ser humano define la religión en términos de su propia interpretación experiencial de los impulsos divinos que emanan del espíritu de Dios que en él reside y por lo tanto esta interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los demás seres humanos.1130
Ahora más que nunca, no nos quedemos en la parte sentimental de la Navidad, sino que esforcémonos por vivir como Jesús lo hizo y hagamos de lo aparentemente común en nuestra vida, algo extraordinario pues nuestro actuar consciente le da valor de sobrevivencia a nuestros actos.
yolanda silva solano