Cuando invertimos y nos esforzamos para alcanzar la meta, existe un momento en el que inevitablemente
golpearemos una pared.
Este es el momento en el que preguntamos: “¿es tiempo de dejar ir o de atravesar?”.
Cuando golpeas esta pared, es el momento para no pensar. No hagas preguntas. Sólo continúa.
Justo más allá de la pared es donde la mayor cantidad de Luz está esperando.