
Todos y cada uno de nosotros tiene una tarea específica en este mundo.
Si cumplimos con esta tarea, revelaremos la máxima cantidad de Luz
para nosotros y el mundo.

El destino de todos no es ser un erudito o un guía espiritual.
Cada persona tiene que encontrar su lugar, su pieza única del rompecabezas,
donde haga y dé lo más que pueda.
Con frecuencia, eso ocurre de las formas más ordinarias
y en los lugares más ordinarios.
Siempre vemos lo que no estamos haciendo. En lugar de ello,
analicemos cómo podemos hacer más bien en lo que ya estamos haciendo.
Yehuda Berg