Sin duda que el tiempo a nivel mundial parece estar fuera de control, mientras en una parte del planeta están muriendo de frío como en China, en donde la prensa local aseguró que Pekín vive el invierno más frío de las últimas décadas, el termometro llegó casi a los 30 grados bajo cero. En cambio en Brasil el calor llegó esta semana a 42 grados y en Argentina marcó un poco menos, pero debido al calor sofocante murió un oso polar del zoológico.
Esto nos prueba que el calentamiento global es real y que es causado por actividades humanas como la combustión de fósiles, petróleo y gas pero no se puede confirmar que sean las únicas causas. Podría ser también el resultado de la actividad solar y parte del ciclo de calentamiento y enfriamiento de la tierra, ya que ella es un ser vivo que tiene reacciones inesperadas, al igual que las tenemos los humanos.
La tierra nunca ha estado libre de cataclismos de toda especie, porque ellos forman parte de su evolución, por eso siempre hay que ser cauteloso cuando se dice que las condiciones metereológicas actuales son extremas, porque sin un contexto histórico se pierde el control y se apresura uno a declarar que cada fenómeno es algo sin precedentes. Como muestra un botón en 1913 en California hicieron 56.7 grados de calor.
La pregunta que ante estos fenómenos de la naturaleza muchos se hacen es ¿Por qué permite Dios los terremotos, tornados, huracanes, tsunamis, tifones, avalanchas de lodo, y otros desastres naturales? ¿Dónde está Dios cuando ellos ocurren?
Ciertamente que no podemos culpar a nuestro Creador porque "seguir atribuyendo a causas sobrenaturales lo que resulta difícil de comprender, no es más que una manera perezosa y conveniente de evitar toda forma de trabajo duro e intelectual. 951 para reconocer nuestra gran parte de culpa en todo lo que ocurre.
Lo curioso es que ante los desastres naturales, culpamos a Dios de su falta de previsión o de cuidado hacia este mundo que le pertenece por derecho propio, pero ¿por qué no reconocemos esa misma soberanía divina cuando la primavera llena los prados de flores y cuando el verano nos regala los ricos frutos de una buena cosecha?
El clima malo se lo achacan a Dios, pero los muchos meses de buen tiempo son pura buena suerte…cuando en verdad es que "la suerte es sólo un término creado para amparar lo inexplicable en cualquier era de la existencia humana, define aquellos fenómenos que el hombre es incapaz de penetrar o no desea descubrir. Azar es una palabra que significa que el hombre es demasiado ignorante o demasiado indolente para determinar las causas.951
"El hombre considera los sucesos naturales como accidentes o mala suerte sólo cuando carece de curiosidad e imaginación, cuando la raza no tiene iniciativa, ni sentido de la aventura. La exploración de los fenómenos de la vida más tarde o más temprano destruyen la creencia del hombre en el azar, la suerte y los así llamados accidentes, sustituyéndola por un universo de ley y orden en el que los efectos son precedidos por causas definidas. Así pues, el temor a la existencia es reemplazado por la felicidad del vivir. 951
Y esa serenidad de vivir, nace cuando nuestra fe es sólida y estamos seguros que "el Padre Universal no se ha retirado de la administración de los universos, porque él no es una deidad inactiva, pues si Dios dejara de ser el sustentador presente en la creación, habría inmediatamente un colapso universal.55
Ante cualquier embate de la naturaleza, los hijos de Dios debemos permanecer en calma, aprendiendo a encauzar nuestras emociones para que ni el miedo ni el descontento, sean capaces de hacernos perder nuestra fe y confianza en el amor de nuestro Padre, que "no sólo está en el cielo, sino que también su divina presencia mora en la mente de los hombres.139
No dejemos que ni el calor ni el frío influyan en nuestro estado anímico, aprendamos a ser alquimistas y transformemos las situaciones desagradables en experiencias con significado de sobrevivencia eterna.
yolanda silva solano