Hoy en día la meta es el éxito monetario para poder consumir todo lo que el mercado nos ofrece y muchas veces se lucha por él, sin darnos cuenta que "la competición despiadada que se basa en el egoísmo de miradas estrechas, a la larga destruye aquello que procura mantener. La motivación egoísta y exclusiva de lucro es incompatible con las enseñanzas de Jesús y por eso, sólo el amor y la hermandad, pueden hacer que los fuertes no opriman a los débiles. 805
Si buscamos la espiritualidad es bueno hacer un alto y con sinceridad preguntarnos ¿cómo administro mi vida y la de los que me rodean? ¿Se ha convertido el consumismo en la meta que persigo casi sin darme cuenta de lo mucho que ésto absorbe mis mejores energías? ¿Cuán justo soy con la gente que está a mi servicio? ¿Comparto parte de mi bienestar con ellos? ¿Los sueldos que pago son justos? Cuando salgo del supermercado con una buena cantidad de alimentos necesarios e innecesarios, al dar nuestra propina ¿pienso en el muchacho que me ayuda con los paquetes, o el que cuida nuestro auto a todo el sol o bajo la inclemencia del frío, y que a lo mejor no ha almorzado porque solo le alcanza para comprar un pan? ¿Qué pensará ese muchacho estudiante, que envuelve una cantidad de alimentos a los cuáles él, ni el mejor de sus días puede tener acceso?
Si todos los que nos llamamos creyentes, en estos momentos simples y corrientes del diario vivir, nos acordáramos que Jesús nos dijo que todo lo que hiciéramos al más pequeño de nuestros hermanos se lo hacíamos a El, si recordáramos que cuando tengamos que rendir cuentas también se nos preguntará por nuestros pecados de omisión ¿seríamos tan tacaños con nuestro dinero y con la ternura que debemos prodigar a los que tienen menos que nosotros?
Se nos olvida fácilmente que deberíamos “pasar por la vida tratando a nuestros semejantes, como a nosotros nos gustaría ser tratados.1451 Si tomáramos conciencia de esto ¿no estaríamos acaso contribuyendo a una mayor equidad social y a una mejor distribución del ingreso? Puede que para nosotros, una moneda más o menos no signifique nada en nuestro presupuesto, sin embargo para el que no tiene nada puede ser todo.
Si de una u otra forma, cada creyente de cualquier religión o filosofía, se propusiera de corazón ayudar a otro ser humano ¿no creen que el mundo podría cambiar su rostro? ¿No es esta una manera de acortar las brechas entre la injusticia y la equidad? Este Año que se aproxima, podría ser muy provechoso para la humanidad, si lo viviéramos con altura de miras, pues “el mantenimiento de una civilización mundial, depende de que los seres humanos, aprendan cómo vivir juntos, en paz y fraternidad 911 porque “las civilizaciones elevadas nacen de la sagaz correlación de la riqueza material, la grandeza intelectual, el valor moral, la astucia social y la compenetración cósmica- 913
En estos días el deseo más expresado es el de felicidad, pero se nos olvida que la felicidad no está fuera, sino dentro de nosotros, es una actitud, un estado de conciencia que requiere que los frutos del espíritu se manifiesten en nosotros en obras tangibles para nuestros hermanos, porque "la felicidad más elevada está indisolublemente vinculada con el progreso espiritual. Una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante y esta empatía crecerá en amistad y madurará en amor.1098 y con ello estaremos contribuyendo a que el mundo en el 2013 sea cada día un poco mejor
yolanda silva solano