Haces proyectos para hoy, para mañana, para dentro de algunas
semanas, algunos meses o algunos años, esto está muy bien, pero
en estos proyectos ¿qué lugar reservas al Señor? Te dice:
«Te he dado la vida, la alegría, la belleza, te he dado una
familia, amigos y tantas otras riquezas… ¿Por qué no me
reservas un lugar en tu corazón, cuando
acoges a cualquiera,
incluso a ladrones que te despojarán? No te extrañe si no
encuentras después ningún sentido a tu existencia.»
El sentido de la vida nunca ha sido dado por el mundo de abajo,
la materia; es dado por el mundo de arriba, el espíritu, esa
chispa, ese fuego, esa luz que da testimonio de la presencia
de
la Divinidad en el hombre, como el altar da testimonio de su
presencia en un santuario. Así pues, reservad en vosotros un
sitio para Dios, no a medias sino completamente. Cultivando su
presencia descubrirás cómo tu vida se vuelve rica y llena
de sentido."
Omraam Mikhaël Aïvanhov