Ninguno de nosotros es perfecto. Todos hemos hecho cosas que no deberíamos haber hecho. Todos tenemos al menos un poco de caos viniendo a nosotros de vez en cuando.
Los iniciados enseñan que cada uno de nosotros es dos seres. Todos tenemos el ser imperfecto que reacciona,
tiene dudas y hace cosas negativas.
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros somos así la mayor parte del tiempo. Pero también existe un segundo
ser perfeccionado al cual podemos acceder, uno que está consciente y actúa de acuerdo a las leyes espirituales del
universo, para que éste derrame sobre nosotros realización y éxito al máximo.
Un sorprendente secreto sobre este segundo ser es que, debido a que es nuestro ser perfeccionado, nunca ha hecho
ninguna de las cosas negativas que hemos hecho en esta vida. Nuestro ser perfeccionado nunca
ha herido a nadie, nunca ha perdido una oportunidad y nunca ha tomado una mala decisión.
Mientras más decidamos en nuestro día a día conectarnos con nuestro ser más elevado, más podremos corregir
nuestro defectos y protegernos del caos.
El simple hecho de saber esto puede inspirarnos a conectarnos con nuestro ser perfeccionado más y más cada día.