Envía un rayo de Luz
El dolor limpia, mientras que
el sufrimiento nos mantiene estancados. Esto hizo que un estudiante me escribiera
para preguntarme: "¿Cómo sé si estoy evitando o no el dolor?
¿Y acaso no estoy sufriendo cuando siento dolor?"
Esta es la respuesta: una señal de que estás aceptando el dolor es que empezarás
a sentir que tienes más energía. Recuerda que las pruebas que rodean tu alma
se agarran codiciosamente a las chispas de tu Luz. Cuando confrontas el
dolor: "esto es bueno para mí", en lugar de: "¿Por qué yo?, ¡Otra vez,
no!, ¿Cuándo acabará?", entonces debes sentir que aumenta
tu energía por la Luz que está regresando a ti.
Es como una factura que no puedes pagar. Puedes agobiarte por ello e
ignorarlo, o puedes encontrar una forma de obtener el dinero.
Continuar aplazando el pago de tus facturas y acumulando más y
más deuda, es sufrimiento. Encontrar un trabajo de media jornada o
hacer horas extras es dolor. Uno es finito, el otro continúa indefinidamente.
Cuando estás atravesando la incomodidad, el pensamiento que debe
pasar por tu mente como una señal luminosa es: "¿Qué bendición me
está dando la Luz ahora?; O, como dice una de mis frases favoritas:
"¿Por qué llorar por la hamburguesa que has perdido cuando Dios
está descongelando un filete para ti?"
Juan Marín