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El amor es el deseo de hacer el bien a los demás.
Libro de Urantia. Pág. 648
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Es cierto que la palabra es creadora, pero muchas veces, el ser humano está cansado de escuchar prédicas y consejos religiosos, que le dicen que hacer, ya es hora que sean nuestros actos los que en forma tácita le hablen de Dios y de su amor por nosotros y lo motiven a seguir al Maestro, al igual que Jesús, hablando de un incrédulo con Ganid le propuso: " tal vez podríamos llevarle a vivir con nosotros, tal vez podríamos mediante nuestra manera de vivir, mostrarle al Dios celestial y tal vez, tanto lo atraería nuestra vida de hijos de Dios, que se vería motivado a preguntarnos acerca de nuestro Padre. 1466
Este consejo ¿sería válido para nosotros? ¿La gente que nos ve actuar, se siente motivada a preguntarnos por nuestro Padre.? ¿ Nuestra vida es digna de ser imitada.? Puede que moralmente seamos personas "buenas" que no le hacemos mal a nadie, pero ¿ es eso suficiente.? No basta no hacer el mal. Debemos esmerarnos por hacer el bien, porque Jesús nos pidió que amáramos a nuestro prójimo y "el amor es el deseo de hacer el bien a los demás. 648
Pero ¿qué es hacer el bien? Para muchas personas es contribuir con una cuota a un asociación social o dar una limosna a un indigente, pero esto no es precisamente hacer el bien, porque al hacerlo sólo cumplimos con un deber como hijos de Dios, porque la caridad comienza sólo donde termina la injusticia, por éso "sólo el amor a la hermandad puede impedir que los fuertes opriman a los débiles.805
Hacer el bien es ver en cada ser humano a un hermano y amarlo tal cual es y no cómo nosotros quisiéramos que fuese. Es estar pronto a yudarlo, no sólo en la parte material sino también en su parte espiritual y anímica, con ese amor desinteresado que Jesús dijo a sus apostóles poco antes de partir de este mundo: "abandona tu intolerancia y aprende a amar a los hombres así como yo te he amado a ti. Dedica tu vida a la demostración de que el amor es la cosa más grande del mundo. Es el amor de Dios el que impulsa a los hombres a buscar la salvación. El amor es el antecesor de toda bondad espiritual, la esencia de lo verdadero y de lo bello. No olvides ayudar a los débiles, los pobres, los ancianos y los niños. Predica el evangelio sin temor ni favor; siempre recuerda que Dios no hace acepción de personas. Sirve a tus semejantes aun como yo te he servido a ti; perdona a tus semejantes mortales aun como yo te he perdonado a ti. Que la experiencia te enseñe el valor de la meditación y el poder de la reflexión inteligente. Apacienta mis ovejas. No abandones el redil. Sé un ejemplo e inspiración para todos los demás pastores. Ama el redil así como yo te he amado a ti y dedícate a su bienestar así como yo he dedicado mi vida a tu bienestar. sé un consejero comprensivo y sabio Aprende a pesar las consecuencias de tus palabras y acciones. Recuerda que quien siembra recoge. 2047
"Ora para pedir serenidad de espíritu y cultiva la paciencia. Si quieres servirme, sirve a mis hermanos en la carne aun como yo te he servido a ti. Y no te canses en esta obra de bien, sino que persevera como el que ha sido ordenado por Dios para este servicio de amor. No esperes tanto de algunos hombres, de este modo tendrás menos desilusiones. Si quieres obedecerme, sal a enseñar a todos los pueblos este evangelio del reino. Ya no servirás más a tus hermanos en las cosas materiales de la vida; de ahora en adelante, tú también debes proclamar la buena nueva de la salvación espiritual. De ahora en adelante, pon tu atención sólo en obedecer tu encargo de predicar este evangelio del reino del Padre. Así como yo he hecho la voluntad del Padre en la tierra, así cumplirás tú la misión divina. No permitáis nunca que el ocuparos de una tarea exterior distinta, influya sobre vuestra lealtad. Tened fe en Dios hasta el fin de vuestros días en la tierra. No olvidéis jamás que, una vez que seas un hijo de fe de Dios, todo trabajo honesto del reino es sagrado. Nada de lo que haga un hijo de Dios es ordinario. Haced pues vuestro trabajo, de aquí en adelante, como si fuera para Dios. Y cuando hayáis terminado en este mundo, yo tengo otros mundos mejores, donde igualmente trabajaréis para mí. En todo este trabajo, en este mundo y en los otros mundos, yo trabajaré con vosotros, y mi espíritu vivirá dentro de vosotros. 2047
¡Qué diferente sería el mundo y cuan felices podríamos ser nosotros, si nos esforzáramos en hacer nuestros los deseos y los consejos de Jesús a sus apostóles, ellos contienen la esencia de su enseñanza y son las herramientas que en forma real nos ayudarán a ser verdaderamente hijos de Dios y merecer algún día acercarnos a la perfección que nos pide nuestro Padre...
yolanda silva solano