Imagina que un equipo recibe el trofeo del Súper Tazón incluso antes de pisar el campo de juego.
Debido a que no fueron a jugar, el trofeo tiene poco valor para ellos. Sin embargo, exactamente el mismo trofeo
tendría al equipo de jugadores saltando de arriba abajo con júbilo si de hecho lo hubieran merecido.
Mientras más grandes son las dificultades, mayor será la victoria. El desafío, la oportunidad de aprovechar la
ocasión y las lecciones aprendidas son los que le dan al trofeo su verdadero valor.
La vida es así.
El Creador nos bendice con la oposición en nuestra vida, ya que mientras más victorias alcancemos, mayor
es lo que merecemos y más grande es el júbilo que sentimos.