La Fe: La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible. La fe es aceptar lo imposible, arreglárselas sin lo indispensable y sobrellevar lo intolerable. La fe es ociosa cuando las circunstancias son favorables; es únicamente ante la adversidad que ejercitamos nuestra fe en Dios. La fe, igual que un músculo, se vuelve fuerte y flexible con el ejercicio. Nunca aprenderemos a tener más fe mientras estemos rodeados de comodidades. Las victorias más grandes son las victorias de la fe. Lo que cuenta no es tanto lo que podemos hacer, sino lo que podemos creer que Dios hará. La fe acaba donde comienza la preocupación y la preocupación acaba donde comienza la fe. |