Dijo el Señor: “El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.”
Jesús, ayúdame a convencerme de que mi grandeza está en el servicio humilde y desinteresado. Libérame de estar pendiente de puestos y lugares de gloria, para entregarme con un corazón despojado a servirte en los hermanos.