"Numerosos son los hombres y las mujeres que han dejado una huella en la historia. Pero ser reconocido y apreciado en la tierra por los humanos es una cosa, y ser aprobado por el Cielo es otra, porque los valores no son los mismos. Es por ello que en el momento en que llegan al otro mundo, la mayoría de ellos deben sufrir el juicio de las entidades celestes que les dicen: «No debiste utilizar tus talentos sólo para ti, sino también para el bien de los demás. Has hecho algunas cosas buenas, es verdad, ¡pero muy pocas en comparación con todo lo que hubieras podido hacer! Medita ahora sobre la vanidad de las glorias humanas para que, el día que debas volver a la tierra, sepas utilizar mejor tu inteligencia y reparar también tus errores.» En cuanto a ti, aunque no tengas la ambición de convertirte en una celebridad, no te preocupes tanto por la opinión de los demás. En lugar de buscar su aprobación y sus alabanzas, pregúntate más bien qué es lo que piensan las entidades celestes ante las cuales deberéis presentarte un día. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov |