Todos tenemos momentos de duda, y aunque estos momentos puedan a veces parecer
nuestras horas más oscuras, son de hecho un gran obsequio.
Los iniciados enseñan que escoger la certeza es un gigantesco salto hacia adelante
para revelar bendiciones para nosotros mismos y para el mundo.
Un momento de incertidumbre puede ser transformado en una máquina de hacer
milagros cuando utilizamos la oportunidad para escoger
la certeza por encima de nuestras dudas.