Buscamos la realización en diversas maneras: en la televisión, la comida, el sexo,
las drogas y el dinero, pero si bien estas cosas pueden darnos felicidad temporal,
no nos dan plenitud a largo plazo.
La vida se trata sobre convertirnos en los creadores de nuestra propia realización
en lugar de buscarla en cosas fuera de nosotros mismos. Los kabbalistas enseñan
que creamos la realización cada vez que escogemos compartir con alguien,
especialmente cuando es más difícil.
Es la máxima paradoja de la vida, y también una ley espiritual muy importante:
Mientras más compartes, más recibirás y más feliz serás.