La misión de Jesús fue completamente diferente a la de su primo Juan Bautista que proclama la penitencia y el sacrificio, para poder ser perdonados por un Dios justiciero. Jesús vino a mostrarnos la verdadera personalidad de Dios, no como un ser irancundo y selectivo, sino como la figura de un Padre que ama de tal manera al ser humano, que nos envía a su propio Hijo para que nos enseñe a conocerlo y a amarlo como El lo desea.
Jesús no vino a salvarnos del pecado, vino a enseñarnos a amar, porque cuando se ama no se hiere ni se ofende al ser amado, por eso "cada día que vive un verdadero creyente le resulta más fácil hacer lo que es recto."1740 porque sus acciones son motivadas por el deseo de adorar a su Padre y la verdadera adoración es "la técnica de buscar en el Unico, la inspiración para servir a muchos."1616
Hoy en día siguen habiendo muchas réplicas de Juan el Bautista, que no cesan de enviarnos sus mensajes catástroficos si no nos arrepentimos de nuestros pecados y como prueba de ello ponen de ejemplo los accidentes desastrosos de la naturaleza, o la amenaza de una nueva guerra, como el comienzo del castigo de Dios que terminará con la extinción de la humanidad. Estos falsos profetas deberían saber, que "el Padre no aflige a sus hijos deliberadamente. El hombre no debe culpar a Dios por las aflicciones que son el resultado natural de la vida que él elige vivir; tampoco debe el hombre quejarse de esas experiencias que son parte de la vida tal como se la vive en este mundo. Es la voluntad del Padre que el hombre mortal trabaje con perseverancia y firmemente hacia el mejoramiento de su condición en la tierra. La aplicación inteligente permitirá al hombre sobreponerse a buena parte de su miseria en la tierra."1661
"Demasiado tiempo creyeron vuestros antepasados que la prosperidad era un signo de aprobación divina, y las adversidades las manifestaciones de la ira de Dios. Yo declaro que estas creencias son supersticiones. El Padre hace caer su lluvia sobre el justo y el injusto; el sol del mismo modo brilla sobre el recto y el que no lo es. En el asunto de la enfermedad y de la salud, debéis saber que los dos estados corporales son resultado de causas materiales; la salud no es la sonrisa del cielo ni es la aflicción, la ira de Dios y los hijos humanos del Padre, tienen igual capacidad para recibir las bendiciones materiales; por lo tanto, él dona las cosas físicas a los hijos de los hombres sin discriminación. Cuando se trata de los dones espirituales, el Padre se limita a la capacidad que el hombre tiene para recibir estos dones divinos. Aunque el Padre no hace acepción de personas, en su entrega de los dones espirituales está limitado por la fe del hombre y por el deseo de éste de acatar siempre la voluntad del Padre."1830
"Jesús deseaba sustituir la idea de reino, rey y súbditos, por el concepto de familia celestial, Padre celestial e hijos liberados de Dios ocupados en el servicio gozoso y voluntario de sus semejantes y en la adoración sublime e inteligente de Dios el Padre. Consideraba el advenimiento del reino en el corazón de los hombres como un desarrollo gradual, como la levadura en la masa o como el crecimiento de la semilla de mostaza. Los hombres creían que el advenimiento del reino en el sentido racial o mundial sería tanto repentino como espectacular. Sin embargo, Jesús nunca se cansó de decirles que el reino del cielo era su experiencia personal en la comprensión de las cualidades más altas de la vida espiritual; que esas realidades de la experiencia espiritual se traducen progresivamente en niveles nuevos y más altos de certeza divina y grandeza eterna."1860
El mensaje de Jesús está lleno de esperanza y alegría y es eso lo que el mundo espera que nosotros los urantianos le demos a conocer porque "ahora estamos a punto de entrar en un conflicto devastador con ese tipo de religión jerarquizada, puesto que pronto comenzaremos la audaz proclamación de una nueva religión. Una religión que no es religión según el significado de hoy de esta palabra, una religión que apela principalmente al espíritu divino de mi Padre que reside en la mente del hombre; una religión que derivará su autoridad de los frutos de su aceptación, que tan certeramente aparecerán en la experiencia personal de todos los que real y verdaderamente se vuelvan creyentes de las verdades de esta comunión espiritual más elevada."1730
Para que ésto ocurra es preciso que con sinceridad respondamos a la pregunta hecha por Jesús "¿Volveréis al fácil camino de la seguridad y de la quietud intelectual de la religión de autoridad tradicional, o bien os prepararéis para adelantaros conmigo en el incierto y atribulado futuro de proclamar las nuevas verdades de la religión del espíritu, el reino del cielo en el corazón de los hombres? 1730.
yolanda silva solano.