No cometáis el error de juzgar la religión de otro con vuestras propias normas de conocimiento y verdad.
Libro de Urantia. Pág. 1115
Para los que nos llamamos urantianos, Jesús es nuestra luz y nuestra mayor motivación porque la fe es un don que tiene validez sólo cuando somos capaces de ponerla en práctica como El lo hizo, porque " su fe viva no fue una meditación mística, ni tampoco fue tradicional, ni solamente intelectual. Su fé fue totalmente personal y espiritual, el fruto y la consecuencia de la visión interna, nacida de la actividad de su Ajustador residente." 2087
Sin embargo hay muchos otros seres que por diversas razones, muchas veces ajenas a ellos mismos, no conocen a Jesús, pero aman a Dios y aunque sea con otro nombre, a su manera lo sirven y merecen nuestro respeto, porque ellos también tienen cabida en el reino de los cielos, porque en él hay muchas moradas, por lo tanto no podemos juzgar, ni encasillar a nadie en una creencia, ni en una raza, ni por ser parte de una minoría.
"El Padre desea que todas sus criaturas estén en comunión personal con Él, pues tiene un lugar en el Paraíso para recibir a todos los que por su estado de supervivencia y naturaleza espiritual hacen posible tal logro." 63 Oor eso pienso que un musulmán, un taoísta, un budista y cualquier otro, incluyendo al homosexual, puede tener las mismas posibilidades que nosotros, de amar a Dios y encontrar en su fe su realización y evolución espiritual, porque "para entrar en el reino el motivo es el que cuenta."
En cambio nosotros en vez de tener la mente abierta a las verdades que otros profesan, nos encasillamos en las nuestras y olvidamos que "el Padre no tiene favoritos porque su amor y su misericordia son para todos" 1536 por eso "cada ser humano debería definir la religión en términos de su propia interpretación experiencial y de los impulsos divinos que emanan del Espíritu de Dios que en él reside y esta interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los demás seres humanos" 1130 y no una repetición de lo que otros lo obligan.
Recordemos siempre que "la fe viva no fomenta el fanatismo, la persecución ni la intolerancia en ninguna circunstancia, por eso,debemos evaluar la religión y las preferencias de los otros por su esclarecimiento y estado de conciencia. No cometáis el error de juzgar la religión de otro con vuestras propias normas de conocimiento y verdad. 1115
Jesús al autootorgarse no lo hizo para un pueblo, ni para una nación, por eso pudo decir: "Todos los hombres son mis hermanos. Mi Padre celestial no desprecia a ninguna de las criaturas que hemos hecho. El reino de los cielos está abierto a todos los hombres y a todas las mujeres. Nadie puede cerrar la puerta de la misericordia en la cara de una alma hambrienta que está intentando entrar. Nos sentaremos a comer con todos los que deseen oír hablar del reino. Cuando nuestro Padre celestial contempla a los hombres desde arriba, todos son iguales. Así pues, no os neguéis a partir el pan con un fariseo o un pecador, con un saduceo o un publicano, con un romano o un judío, con un rico o un pobre, con un hombre libre o un esclavo. La puerta del reino está abierta de par en par para todos los que deseen conocer la verdad y encontrar a Dios. 1541
Jesús, "tenía un profundo respeto y una compasiva consideración por todos los seres humanos con quienes se encontraba ya fuesen hombres, mujeres o niños. Se detenía a la mitad de un profundo discurso para salir a la carretera y decirle unas palabras de aliento a una mujer que pasaba cargada con el peso de su cuerpo y de su alma. Interrumpía una importante conferencia con sus apóstoles para fraternizar con un niño inoportuno. Nada parecía nunca tan importante para Jesús como el ser humano individual que se encontraba por casualidad en su presencia inmediata. Era maestro e instructor, pero era aún más, era también un amigo y un vecino, un compañero comprensivo.1546 El " nos enseñó que por la fe, el creyente entra ahora mismo al reino. Sólo se nos pide "venir como un niñito, para recibir el don de la filiación como un regalo. Someterse a hacer sin preguntas, la voluntad del Padre, con una genuina y plena confianza en su sabiduría. Entrar al reino libre de prejuicios y preconceptos, tener la mente abierta y dispuesta a aprender como un niño pequeño 1861.
¿Cuándo los hombres iremos a aprender que la religión de Jesús es algo vivo y que debemos practicar no sólo en los templos de cemento, sino que más bien debemos hacerlo en el templo vivo e interno de nuestros propios corazones y en la compresión y empatía genuina hacia nuestros hermanos?
yolanda silva solano