SOY UNA CREACION DE DIOS,
BENDECIDA CON BIEN ILIMITADO
Mis pensamientos son como semillas sembradas en la tierra rica de mi mente.
Al tener pensamientos de abundancia, siembro semillas que producirán según su especie.
Alimento pensamientos positivos con fe, con oración y con mi expectativa sincera de bien.
Si los pensamientos de temor o escasez surgen, los dejo ir de la misma
manera como eliminaría las malas hierbas en mi jardín.
Enfoco mi atención de nuevo en el bien que tengo y en el bien que deseo.
Todo bien proviene de Dios e invito y acepto las ideas divinas que crean mi prosperidad.
Formo parte de un universo abundante.
Soy una creación de Dios, bendecida con bien ilimitado.
"Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto,
pues brotó, creció y produjo
a 30, a 60 y a ciento por uno" (Marcos 4:8).