LA TAREA DEL AJUSTADOR EN LA MENTE
Los Ajustadores son capaces de recibir la corriente continua de la inteligencia cósmica que proviene de los circuitos principales del tiempo y del espacio; están plenamente en contacto con la inteligencia y energía espirituales de los universos. Pero estos residentes poderosos son incapaces de trasmitir mucho de su riqueza de sabiduría y verdad a las mentes de sus sujetos mortales, debido a una falta de semejanza de naturaleza y a la ausencia de reconocimiento sensible.
El Ajustador del Pensamiento está ocupado en un esfuerzo constante de espiritualizar a tu mente en cuanto a desarrollar tu alma morontial; pero tú mismo estás mayormente inconsciente de este ministerio interior. Eres totalmente incapaz de distinguir el producto de tu intelecto material de el de las actividades conjuntas de tu alma y el Ajustador.
Ciertas presentaciones repentinas de pensamientos, conclusiones y otras imágenes de la mente son a veces resultado del trabajo directo o indirecto del Ajustador; pero mucho más frecuentemente, son la emergencia súbita a la conciencia de ideas que se han ido agrupando en los niveles mentales sumergidos, sucesos naturales y diarios de la función psíquica normal y ordinaria inherentes a los circuitos de la mente animal evolutiva. (En contraste con estas emanaciones subconscientes, las revelaciones del Ajustador aparecen a través de los reinos de lo superconsciente.)
Confiad todos los asuntos de la mente más allá del nivel de la conciencia a la custodia de los Ajustadores. En el momento propicio, si no en este mundo entonces en los mundos de estancia, os rendirán cuenta de su custodia, y finalmente traerán a luz esos significados y valores confiados a su cuidado y control. Resurgirán todo tesoro valioso de la mente mortal, si vosotros sobrevivís.
Existe un amplio abismo entre lo humano y lo divino, entre el hombre y Dios. Las razas urantianas son tan considerablemente controladas en forma eléctrica y química, tan altamente semejantes a los animales en su conducta común, tan emotivas en sus reacciones diarias, que resulta extremadamente difícil para los Monitores guiarlas y dirigirlas. Vosotros estáis tan vacíos de decisiones valientes y cooperación consagrada que vuestro Ajustador residente encuentra casi imposible comunicarse directamente con la mente humana. Aun cuando ellos consiguen trasmitir un resplandor de la nueva verdad al alma mortal evolutiva, esta revelación espiritual, frecuentemente, ciega tanto a la criatura como para precipitarla en una convulsión de fanatismo o iniciar algún otro trastorno intelectual que resulta desastroso. Muchas religiones nuevas y muchos extraños «ismos» han nacido de las comunicaciones abortadas, imperfectas, mal entendidas, y confusas de los Ajustadores del Pensamiento.
Durante muchos miles de años, tal como muestran los registros de Jerusem, en cada generación han vivido menos y menos seres que podían funcionar con seguridad con los Ajustadores autoactuantes. Éste es un cuadro alarmante, y las personalidades supervisoras de Satania consideran con favor la propuesta de algunos de vuestros supervisores planetarios más inmediatos que preconizan la inauguración de medidas diseñadas para fomentar y conservar los tipos espirituales más elevados de las razas urantianas.