La vida será una carga pesada, a menos que aprendas a enfrentar los fracasos con sabiduría.
Libro de Urantia. Pág. 1779
El hecho que estemos unidos a nuestro Espíritu interno, no nos garatiza para nada que nuestra vida va a ser una taza de leche, por el contrario, nuestros Ajustadores "no están interesados en hacer fácil la carrera mortal, más bien les interesa hacer vuestra vida razonablemente difícil y áspera para que las decisiones estén estimuladas y multiplicadas"1192 porque en la medida que nos enfrentamos a las dificultades e incluso a los fracasos, es como vamos creciendo espiritualmente y vamos aprendiendo de ellos a aumentar nuestra resistencia para llegar a la meta de ser perfectos como lo es nuestro Padre.
Un entrenador de cualquier deporte, no es blando con sus deportistas, les exige sudor y lágrimas en los entrenamientos y en la medida que van sorteando una meta, les pone otra aún mayor y ésto no es por castigo, sino muy por el contrario, es porque quiere que ellos lleguen a conocer la felicidad de ese triunfo que no es posible alcanzar sin esfuerzo y dedicación. Nuestro Ajustador cumple la misma tarea, nos entrena para que vivamos una vida plena aquí en la tierra y también en la eternidad.
"Es un arte aceptar las derrotas, debes saber como perder sin desanimarte ni caer en el desencanto. No vaciles en reconocer el fracaso, no intentes ocultarlo bajo sonrisas engañosas y falso optimismo. Suena bien pretender siempre tener éxito, pero los resultados finales son desastrosos. Esta técnica conduce a la creación de un mundo irreal y al choque inevitable de la desilusión.1779"
Mientras no seamos capaces de reconocer lo que está mal en nosotros, tanto a nivel espiritual como material, no lo vamos a poder cambiar, por eso es tan importante el asumir nuestra propia realidad y para poder hacerlo necesitamos sinceridad y más sinceridad, para no autoengañarnos con éxitos inesistentes, pues "sólo los que enfrentan los hechos y los adaptan a los ideales, pueden llegar a la sabiduría."
"El éxito puede generar valor y promover confianza, pero la sabiduría sólo proviene de las experiencias del ajuste al resultado de los propios fracasos. Los hombres que prefieren las ilusiones optimistas a la realidad, jamás podrán ser sabios. La sabiduría abraza tanto el hecho como el ideal y por consiguiente salva al hombre cuyo idealismo excluye los hechos y al materialista que está vacío de visión espiritual. Esas almas tímidas que sólo pueden mantener la lucha de la vida mediante las continuadas ilusiones falsas del éxito, están destinadas a sufrir el fracaso y experimentar la derrota cuando finalmente despierten del mundo de ensueño de su propia imaginación."1779 Como ocurre muchas veces con el misticismo exagerado, que nos hace creer que unas cuantas oraciones, lecturas o determinado modo de comer, pueden salvar nuestra alma, olvidando que la fe sin obras es una fe muerta.
El único parámetro váiido para medir nuestra espiritualidad, es el poder darnos cuenta como es nuestra relación con nuestros semejantes, porque "la moralidad de cualquier acción, está determinada por la motivación del individuo. Jesús liberó la moral de todas las reglas y ceremonias y la elevó a niveles de pensamiento espiritual y vida verdaderamente recta. El enseñaba que la moralidad no se funda en la naturaleza del hombre, sino en la relación del hombre con Dios."1585
Por eso, para un verdadero hijo de Dios, tanto el fracaso como el éxito, sólo son oportunidades que la vida le regala para crecer espiritualmente, porque "la carrera del hombre que busca a Dios puede ser triunfal a la luz de la eternidad, aunque toda su vida temporal parezca un fracaso completo, siempre y cuando cada uno de sus fracasos durante la vida haya producido la cultura de la sabiduría y el alcance del espíritu. No cometas el error de confundir el conocimiento, la cultura y la sabiduría."1779
No olvidemos que "la sabiduría del hombre nace de las pruebas y los errores de la experiencia humana."58 porque "no podéis percibir la verdad espiritual hasta que no la experimentéis con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas si no son en las adversidades."557
yolanda silva solano