"Gracias a la alimentación recibimos elementos indispensables
para la vida. Pero para beneficiarnos de todo lo que nos aporta,
debemos ser conscientes, no solamente de lo que representael
acto de comer para nuestra salud, sino hacer también un trabajo
con el pensamiento. Cuando tomamos un bocado de comida, podemos
concentrarnos sobre la sabiduría, y después continuar con la
paciencia, la justicia, el amor, la pureza, la humildad, el
reconocimiento, etc.
Mientras nos contentemos con comer sin hacer
este trabajo del pensamiento, sólo absorbemos la parte material
del alimento, privándonos pues de todos estos elementos sutiles
que sostienen nuestra vida psíquica.
Aquel que ha aprendido a dirigir su pensamiento sobre estos
elementos sutiles que sólo son posibles de captar mediante la
concentración, soporta mejor las dificultades de la vida
cotidiana, se vuelve más fuerte, más paciente, más vigilante y
también más sensible a las manifestaciones de la vida divina."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)