|
La lengua es algo que muy pocos hombres pueden dominar
Libro de Urantia. Pág.1440
|
|
|
|
|
Sólo el espíritu interior puede transformar este órgano poco dócil, en una dulce voz de tolerancia y un ministro inspirador de misericordia 1640 y en otra ocasión, Jesús volvió a resaltar la importancia de controlar nuestro lenguaje al decir: "el gran hombre, no es el que conquista una ciudad o derrota a una nación, sino más bien es, el que domina su propia lengua."317
Jesús daba gran importancia a la palabra porque sabía que ella es siempre creadora. La Biblia nos dice "en el principio era el Verbo y el Verbo era Dios. Pero hoy en día la palabra se ha prostituído, se la ha reemplazado por el lenguage soez, sin pensar que esto significa enrarecer la noosfera, del mismo modo que un auto en mal estado contamina el ambiente.
Antes de partir de este mundo Jesús dijo: "Mucho os he enseñado por la palabra, y he vivido mi vida entre vosotros. He hecho todo lo que puede hacerse para esclarecer vuestra mente y liberar vuestra alma, y lo que no hayáis podido obtener de mis enseñanzas y de mi vida, ahora os debéis preparar para adquirirlo del maestro de todos los maestros: la experiencia real. Y en toda esta nueva experiencia que ahora te aguarda, yo caminaré delante de ti y el Espíritu de la Verdad estará contigo."1981 Los urantianos deberíamos hacer nuestras estas palabras y sentir que no estamos nunca solos y que debemos darle poder a lo que decimos. La palabra para que cumpla su misión creadora en forma positiva, debe estar siempre acompañada del tacto y la discresión, "deberías aprender, que aún la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente. La sinceridad cumple mejor su función en el trabajo del reino, cuando está unida con la discreción." 1961
Antes de hablar, debemos dejar nuestro protagonismo y más bien pensar en lo que la otra persona desea escuchar y es capaz de comprender. "Un envase de medio litro jamás podrá contener un litro 557 y al tratar de entregarles más de lo que puede asimilar, tal vez estemos hiriendo sin querer a la persona que se puede sentir ignorante o confundida. "No tratéis de mostrar a los hombres las bellezas del templo, antes de llevarlos a él Presentad a Dios como Padre, antes de hablarles de las doctrinas de la paternidad de Dios y de la filiación divina. No disputéis con los hombres, sed siempre pacientes. No es vuestro el reino, sólo sois sus embajadores. 1593
No tratemos de imponer el conocimiento de Dios a nuestros hermanos, porque cada uno debe aprender a descubrirlo por si mismo, " el objetivo del verdadero creyente es actuar siempre, pero no forzar nunca 1034". Entregar las herramientas, mostrar el camino, pero sin obligar a nadie a seguir nuestra huella, porque la religión es personal. Esto puede parecer simple, pero en la práctica requiere de un estado de conciencia alerta, para ser capaces de pensar más en el interlocutor que en nosotros. Requiere de un aprendizaje y de una gran humildad para no creernos dueño de la verdad y portadores de ella. "No cometas el error de juzgar la religión de otro, con vuestras propias normas de conocimiento y verdad." 1115
Si el Maestro se refería al tacto y a la discreción de los pensamientos buenos, cuanto más importante será el tener cuidado al formular nuestros juicios y críticas ¡ es tan fácil el ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el nuestro.! Pero estas recomendaciones no son sólo para prevenir a nuestros hermanos del pelambre siempre innecesario, o de los juicios sin fundamentos, sino que son reglas que también las debemos aplicar cuando queremos comunicar a nuestros hermanos las bondades del reino. No siempre es posible decir toda la verdad a cualquier persona, ni tampoco la podemos estar repitiendo constantemente a todo el mundo, por mucho que sea nuestro celo apostólico, porque los efectos serán absolutamente contrarios a nuestros propósitos.
La discreción, tiene que ver con el criterio y el criterio tiene que ver con la madurez intelectual, emocional y espiritual del individuo, para ser capaz de decir y de intervenir cuando y donde sea preciso. "Cuando comencéis a encontrar a Dios en vuestra propia alma, pronto lo empezaréis a descubrir en el alma de todos los hombres y a su debido tiempo, en todas las criaturas y creaciones del poderoso universo." 1733
yolanda silva solano