Donde hay caridad y sabiduría,
allí no hay temor ni ignorancia.
Donde hay paciencia y humildad,
allí no hay ira ni perturbación.
Donde hay pobreza con alegría,
allí no hay codicia ni avaricia.
Donde hay quietud y meditación,
allí no hay preocupación ni vagancia.
Donde está el temor de Dios
para custodiar su atrio,
allí el enemigo
no puede tener lugar para entrar.
Donde hay misericordia y discreción,
allí no hay superficialidad
ni endurecimiento"