NO ALBERGUES ODIO EN TU CORAZON
El odio despierta rencillas,
pero el amor cubrirá todas las fallas.
El odio no es tan solo el deseo violento
de querer que el otro muera.
El odio se manifiesta de muchas formas diferentes.
Murmuración, chismes, conclusiones equivocadas,
mentiras calumniosas, historias falsas
que manchan la reputación,
son todos ropajes con los que se viste el odio.
Salomón, dice que "el odio despierta rencillas".
Hace más. Abre heridas, rompe relaciones,
construye muros de separación,
destruye amistades, paraliza, desanima y mata.
El odio tiene sus raíces en una amargura no curada,
en la incapacidad de perdonar,
en el resentimiento guardado.
Lo peor de todo es que no hace tanto mal
al odiado como a la persona que odia.
El corazón del que odia es un depósito de veneno.
Antes de salir para afuera,
la substancia letal corroe el propio depósito.
Ninguna persona sensata guarda odio
en su corazón, porque estaría suicidándose.
No tiene sentido. Es una locura.
Irracionalidad. Hay un camino mejor
para curar las heridas. Es el camino del amor.
"El amor cubrirá todas las faltas".
Cubrir se deriva de la palabra hebrea kasah,
que tiene el sentido de apagar
el fuego hasta extinguirlo.
Si tú tuvieras que apagar un incendio,
¿usarías agua o gasolina? El amor es agua.
El odio es gasolina. Vengarse,
empujado por el odio te pone a ti en desventaja.
¿Cómo amar si alguien te hirió?
¿Cómo ver al enemigo impune,
andando libremente por la calle sin que reciba
"lo que merece"?
¿Es justo que alguien
no pague por el mal que hizo?
En toda venganza hay dos víctimas.
Por eso, el odio es autodestructivo,
y por eso Dios nos enseña que ese
no es el camino que conduce a la felicidad.
Hoy, como todo nuevo día,
es una nueva oportunidad para pensar y repensar.
¿Adónde estoy yendo?
¿Qué estoy haciendo con mi vida?
¿Cuáles son mis motivaciones?
¿Cómo afecta esto a las personas que amo?
Antes de salir para enfrentar los desafíos de hoy,
recuerda que "el odio despierta rencillas;
pero el amor cubrirá todas las faltas".