Dios mío, te abro las puertas de mi hogar. Entra, para que estemos juntos.
Protege mi hogar de todo mal con tu presencia poderosa y llénalo de armonía con tu divina luz.
Señor, te pido que liberes mi hogar de todo rencor, de toda agresividad, de todo espíritu de envidia, de tristeza o negatividad.
Derrama alegría, paciencia, respeto, cariño.
Te proclamo Señor y salvador de mi hogar y de todos mis seres queridos y que tu paz reine en todos los que entren en mi casa.
Víctor Fernández.