Es difícil confiar en que lo que ha ocurrido es lo que estaba destinado a pasar.
Nos plagamos con preocupaciones y dudas: “¿Y si tomé una decisión equivocada?”
o “¿Y si lo hubiera hecho de manera diferente?”.
Mientras te encuentres aprendiendo y creciendo, no puedes evitar tomar decisiones
que te guíen hacia un mejor destino.
Todo lo que has hecho en el pasado te hizo la persona más sabia, mejor y más fuerte
que eres el día de hoy.