"Como mucha gente siente todos los peligros que amenazan el futuro
de la humanidad, dicen que su preocupación más grande es la de
trabajar para las generaciones futuras. Si quieren realmente
trabajar para las generaciones del futuro, que piensen primero en
la manera en que van a traer los niños al mundo, esto es mucho
más importante que preocuparse de las condiciones materiales en
las cuales vivirán. Hoy en día, es verdad, cada vez más
médicos, enfermeras, psicólogos se interesan por el período de
la gestación. Es un gran progreso admitir que, ya en el seno de
su madre, el niño es un ser consciente con quien la madre puede
entrar en relación, e influir en él.
Pero las mujeres no se dan cuenta aún suficientemente del poder
que tienen con respecto al futuro de la humanidad. Ellas son más
fuertes que cualquiera de los medios materiales que se pueden
poner en marcha para hacer frente a las amenazas que pesan sobre
este futuro. Sí, esto es lo que las mujeres no saben: el futuro
de la humanidad está en sus manos. Es por este motivo que,
durante los nueve meses que la madre lleva a su hijo, a través
del pensamiento, del sentimiento, y con la ayuda del padre de
este niño, debe esforzarse en formar un ser que, más tarde,
sabrá aportar la paz, la armonía y la luz."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)