El perdón es el valor de los valientes. Solamente quien es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”
En todas partes hay sentimientos heridos y falta de voluntad para perdonar. No importa cual haya sido la causa. Debemos evitar causar lesiones. Si queremos la unidad, hay mandamientos relacionados con nuestros sentimientos, debemos respetar, debemos perdonar y no guardar rencor hacia los que nos ofenden. No conocemos el corazón de las personas que nos ofenden.
El perdón es un signo que el mundo está cambiando hacia más armonía y felicidad. El paso de perdonar respondiendo a la petición de perdón es maravilloso en sí. Permite curar las heridas de nuestro corazón. Además es un paso muy bello de humildad. Para avanzar en esta dirección, también hemos de soltar nuestros viejos rencores.
El perdón es un gesto tal vez egoísta que permite liberarnos de memorias destructoras y encontrar así el bienestar y la serenidad. Perdonar no significa confirmar al otro en el dolor que nos hizo, sino más bien deshacernos de ello para pasar a otra cosa. Lo que buscamos a través del paso del perdón, es aliviarnos, pero al hacerlo aceptamos que el otro también se alivie. Es un paso de amor, que de aceptar al otro, éste también goza de nuestro trabajo para evolucionar.
El resentimiento no evita lesiones ni sana. Sin embargo el perdón trae la curación. El perdón es un camino hacia el reino de la felicidad.