No puedes esperar el éxito, ni en el trabajo secular ni en el trabajo religioso, a menos que aprendas cómo persuadir a tus semejantes, cómo convencer a los hombres. Simplemente, debes tener tacto y tolerancia
Libro de Urantia. Pág. 1774
Si el Maestro se refería al tacto y a la discreción de los pensamientos buenos, cuanto más importante será el tener cuidado al formular nuestros juicios y críticas ¡ es tan fácil el ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el nuestro.! Pero estas recomendaciones no son sólo para prevenir a nuestros hermanos del pelambre innecesario, o de los juicios sin fundamentos, sino que son reglas que también las debemos aplicar cuando queremos comunicar a nuestros hermanos las bondades del reino. No siempre es posible decir toda la verdad a cualquier persona, ni tampoco la podemos estar repitiendo constantemente a todo el mundo, por mucho que sea nuestro celo apostólico, porque los efectos pueden ser, absolutamente contrarios a nuestros propósitos.
Antes de hablar, debemos dejar nuestro protagonismo y más bien pensar en lo que la otra persona desea escuchar y es capaz de comprender. "Un envase de medio litro jamás podrá contener un litro "557 y al tratar de entregarles más de lo que puede asimilar, tal vez estemos hiriendo sin querer a la persona que se puede sentir ignorante o confundida. "No tratéis de mostrar a los hombres las bellezas del templo, antes de llevarlos a él . Presentad a Dios como Padre, antes de hablarles de las doctrinas de la paternidad de Dios y de la filiación divina. No disputéis con los hombres, sed siempre pacientes. No es vuestro el reino, sólo sois sus embajadores. "1593
No tratemos de darles a conocer a Dios a nuestros hermanos, porque cada uno debe aprender a descubrirlo por si mismo, " el objetivo del verdadero creyente es actuar siempre, pero no forzar nunca." 1034. Entregar las herramientas, mostrar el camino, pero sin obligar a nadie a seguir nuestra huella, porque la religión es personal.
Esto puede parecer simple, pero en la práctica requiere de un estado de conciencia alerta y de una gran empatía, para ser capaces de pensar más en el interlocutor que en nosotros. Requiere de un aprendizaje y de una gran humildad para no creernos dueño de la verdad y portadores de ella. "No cometas el error de juzgar la religión de otro, con vuestras propias normas de conocimiento y verdad." 1115
La discreción, tiene que ver con el criterio y el criterio tiene que ver con la madurez intelectual, emocional y espiritual del individuo, para ser capaz de decir y de intervenir cuando y donde sea preciso. "Cuando comencéis a encontrar a Dios en vuestra propia alma, pronto lo empezaréis a descubrir en el alma de todos los hombres y a su debido tiempo, en todas las criaturas y creaciones del poderoso universo." 1733
El tacto y la tolerancia deberían ser consideradas las principales virtudes para quien desea transmitir las enseñanzas de Jesús.
yolanda silva solano