Despertarse es la única experiencia que vale la pena.
Abrir bien los ojos para ver que la infelicidad
no viene de la realidad, sino de los deseos
y de las ideas equivocadas.
Para ser feliz no has de hacer nada, ni conseguir nada,
sino deshacerte de falsas ideas, ilusiones y fantasías
que no te dejan ver la realidad.
Eso sólo se consigue manteniéndose despierto
y llamando a las cosas por su nombre.
Tú ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor,
pero no lo ves porque estás dormido.
Te escondes detrás de las fantasías, de las ilusiones
y también de las miserias de las que te avergüenzas.
Nos han programado para ser felices o infelices
(según aprieten el botón de la alabanza o de la crítica),
y esto es lo que te tiene confundido.
Has de darte cuenta de esto, salir de la programación
y llamar a cada cosa por su nombre.
Si te empeñas en no despertar, nada se puede hacer.
"No te puedes empeñar en hacer cantar a un cerdo,
pues perderás tu tiempo y el cerdo se irritará."
Ya sabes que no hay peor sordo que el que no quiere oír.
Si no quieres oír para despertar, seguirás programado,
y la gente dormida y programada
es la más fácil de controlar por la sociedad.
Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo,
y es mi melodía la que me hace feliz;
y cuando mi amigo se va me quedo lleno de su música.
Del libro "Auto liberación interior" Anthony de Mello