"Son muchas las ocasiones que diariamente los irritan por el
comportamiento de tal o cual persona de su entorno. Es
entonces el momento de preguntarse si vale la pena detenerse en
esta contrariedad.
Si son honestos, a menudo se verán
obligados a responder: «No». Y de esta manera dispersarán
esta materia pesada y oscura que amenazaba con aplastarlos.
Analícense, observarán qué es lo que sucede normalmente cuando
se dejan llevar por la irritación debido a lo que alguien les
ha dicho o hecho: automáticamente, este
estado atrae el recuerdo
de todas las demás experiencias negativas, empiezan a recordar
todas las otras veces en las que el comportamiento de esta
persona les pareció insoportable. E incluso, a menudo, no se
detenéis ahí: empiezan a pensar en todas las demás personas
que les parecen desagradables, antipáticas, incluso
odiosas, y
finalmente tienen la sensación de que se están ahogando hasta
el punto de no poder respirar. Díganme: ¿es esto inteligente?..."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)