¿Qué se considera una vida de
gran éxito?
En
la
imaginación de un niño, el éxito consiste en tener toda clase
de cosas con las que
pueda divertirse y, quizás, un coche de juguete para correr
en
él. Un niño pobre piensa en lo feliz que
le haría tener muchos juguetes, mientras que éstos tal
vez aburrirían a
un niño rico, pues
hay desasosiego en su alma. Con el tiempo, podría resultar
muy difícil agradar
al hijo de
un rico, dada la gran cantidad de cosas que ya posee. Con
el paso de los años,
llegamos
a reírnos de los deseos que teníamos en la infancia; así pues,
¿quién
sabe si lo que actualmente deseamos, con la esperanza de
que
traiga la realización del sueño de nuestra vida, tenga
algún
día muy poco interés para nosotros? La experiencia
me ha enseñado que esto es un hecho. Yo no quise
embriagarme de emociones, persiguiendo incautamente
las necedades que veía buscar a otros, y traté de atisbar
más allá. Si miramos un poco hacia el futuro, podremos
convencernos de que la mayor parte de las cosas
que deseamos no nos van a hacer realmente felices.
El
éxito
es necesario para conseguir las
cosas indispensables que requiere
la vida, como alimento, vestido, vivienda y salud. Si no
poseemos estos elementos básicos -al menos en cierto
grado- nos veremos en una situación precaria. Deberías
ser capaz de alcanzar el nivel mínimo de comodidad y
bienestar que buscas. Todo el mundo -tanto si se trata
de personas espirituales como de idealistas materiales-
está de acuerdo en que existen algunas necesidades físicas
básicas que el hombre tiene que satisfacer para preservar
el
templo de su cuerpo, pues a menos que mantenga
su
sagrada
morada corporal no podrá tener éxito en nada
más.
La Verdadera Felicidad es una creación de la propia mente.
¿En qué consiste, pues, el verdadero
éxito? Si llegáramos a
alcanzar todo lo que hemos deseado en esta vida, a la larga
terminaríamos por desilusionarnos. Luego de un detenido
análisis,
pude comprobar por mí mismo que el único placer que sentía
por algo era el que mi mente le atribuía. Si retiraba mi atención
del objeto, también se desvanecía el placer que aquél
me
proporcionaba. Así pues, me di cuenta de que el placer es
algo interno, un concepto de nuestra propia mente.
El atractivo de la más preciosa de las posesiones que puedas
tener ante tus ojos desaparece cuando tus pensamientos
se
retiran de ella. Sólo cuando ponemos en ese objeto
nuestra
atención percibimos su atractivo. Por consiguiente, es
razonable decir que dentro de nosotros, y
no fuera, se encuentra casi toda la felicidad que buscamos.
Podemos
aumentar
o disminuir nuestra felicidad. Cierto
individuo, por ejemplo, tiene una pequeña casa y dice: «La
disfruto más que un palacio»; y otro, por el contrario, posee
un palacio del que no disfruta tanto como aquél de su modesta
cabaña. El secreto del éxito y de la felicidad está dentro de ti.
Si
has
encontrado externamente el éxito y la prosperidad
fuera de ti, pero no en tu interior, no has alcanzado realmente
el éxito. Un millonario que no es feliz no es un hombre de éxito.
No quiero decir, sin embargo, que si tienes un millón de
dólares no puedes ser una persona de éxito. Pobre
o rico, si consigues ser feliz en la vida habrás logrado un éxito
auténtico.
El
placer
que dura sólo un instante y luego te deja
pesadumbre no es felicidad. En el caso de un éxito verdadero,
aun cuando el placer inicial de conquista se disipe, persiste el
recuerdo gratificante de realización. Todas las cosas buenas
que has hecho en la vida permanecen para siempre como gozo
en tu recuerdo. Ellas son en realidad el auténtico éxito que has
logrado.
Paramahansa Yogananda Giri |
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