No se puede establecer la hermandad de los hombres si se niega o se ignora la paternidad de Dios.
Libro de Urantia. Pág. 2082
“Desde el Sermón del monte hasta el discurso de la Última cena, Jesús enseñó a sus seguidores a manifestar amor paterno en vez de fraterno. El amor fraterno significa amar al prójimo como a uno mismo y esto sería el cumplimiento de la regla de oro. Pero el afecto paterno requiere que ames a tus semejantes como Jesús te ama a ti y el ama a la humanidad con un afecto dual. Vivió sobre la tierra como una personalidad dual: humana y divina. Como hijo de Dios, ama al hombre con un amor paterno, es el creador del hombre, su Padre en el universo. Como hijo del Hombre, Jesús ama a los mortales como a un hermano, fue realmente un hombre entre los hombres” y por lo mismo pudo comprender que “el afecto de un padre, puede llegar a niveles de devoción que trascienden inconmensurablemente el afecto de un hermano" 1573. Un padre y con mayor razón una madre,comprende, ama y perdona más que un nadie.
A la vez quien es incapaz de amar a sus hermanos es porque desconoce el amor del Padre y tampoco lo ama porque “no veo como puedo regocijarme en la paternidad de Dios si rechazo la fraternidad del hombre”1454 y “no se puede establecer la hermandad de los hombres si se niega o se ignora la paternidad de Dios” 2082.
“Si tan sólo aprendéis a amar a los que os aman, estaréis destinados a vivir una vida limitada y mezquina. Por cierto el amor humano puede ser recíproco, pero el amor divino, en toda su búsqueda de la satisfacción, se dirige hacia fuera. Cuanto menos amor haya en la naturaleza de una criatura, más grande será su necesidad de amor y más tratará el amor divino de satisfacer esa necesidad”1739, ¡ qué gran consuelo para las almas que se sienten solas !. El amor divino está ahí, siempre dispuesto a auto otorgarse”. Ningún mortal que conoce a Dios puede estar nunca solo en su viaje a través del cosmos, porque sabe que el Padre camina a su lado a cada paso."1291
¡Qué lejos están estos conceptos del Dios justiciero y castigador que se nos ha tratado de enseñar.! Nuestra vida cambia completamente cuando cambian los viejos paradigmas y comprendemos que "El Padre ciertamente mora en el Paraíso, pero también mora en la mente de los hombres"139 y por medio del Espíritu residente nos motiva a amar a nuestros hermanos de la misma forma que El nos ama.
yolanda silva solano